15 razones por las cuales Castilla, Schydlowsky y Velarde deberían renunciar
por el Congresista Roberto Angulo Alvarez
Demando por el bien de nuestra Patria, la renuncia del actual Ministro de Economía, Miguel Castilla, así como de Julio Velarde-Presidente del Banco Central de Reserva y de Daniel Schydlowsky-Presidente de la Superintendencia de Banca y Seguros, por las siguientes razones:
1. Haber ahondado las diferencias sociales y económicas entre los peruanos. Los ricos ahora son más ricos y los pobres cada vez más pobres.
2. Haber sometido al pueblo peruano al dominio de los grandes agiotistas, nacionales y extranjeros, que mediante los sistemas de préstamos de usura y crédito fácil vía tarjetas de crédito y similares, han convertido al pueblo peruano en un eterno deudor, tanto para esta generación como para las próximas.
3. Someter al Estado y pueblo peruano, a la esclavitud de la banca extranjera y organismos financieros transnacionales, al continuar endeudándose con ésta, contrayendo préstamos a tasas muy altas, pese a que existe dinero suficiente para pagar toda la deuda pública.
4. Someter las decisiones económicas, financieras y monetarias de nuestra nación, a las determinaciones de J.P.Morgan y otros similares que saquean Naciones a través de organismos internacionales como: el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial y otros.
5. Especular con nuestra moneda, buscando debilitarla artificialmente, en perjuicio de la inmensa mayoría de peruanos, para beneficiar a unas cuantas empresas exportadoras extranjeras y nacionales.
6. Hipotecar el futuro de todos los peruanos, al entregar el patrimonio y esfuerzo de trabajadores, microempresarios, pequeños empresarios y compatriotas en general, al Gran Capital. De tal forma, que minas, bosques, campos petroleros, oleoductos, gaseoductos, refinerías, son explotados por los emisarios de las más grandes transnacionales a nivel mundial.
7. Permitir que nuestros cielos, mares, carreteras, puertos y aeropuertos, estén bajo el dominio de empresas transnacionales a cambio de un servicio deficiente y caro.
8. Haber promovido la ley de sobreganancias mineras. Una inmensa mentira, que por el contrario, ha permitido ganancias adicionales a la gran minería, en detrimento de los pueblos en los cuales se encuentran, y de todo el pueblo peruano.
9. Someter a millones de nuestros ciudadanos, a vivir bajo condiciones infrahumanas, sin agua, luz, carreteras, ni servicios básicos. Con un sistema de salud deficiente e inhumano, que privilegia las utilidades de las empresas farmacéuticas, sobre la salud de millones de peruanos.
10. Someter a más de 2 millones y medio de niños peruanos al hambre, la inanición, la anemia y la desnutrición al asignar S/. 0.80 por cada ración, para desayuno y S/. 0.80 por almuerzo, a través de programas sociales. En comparación, a un interno de un penal se le destina, S/.5.00 por almuerzo al día.
11. Dar escaso presupuesto para la educación, sometiendo a nuestra patria a un futuro de sujeción y dependencia mental y material; y un ínfimo presupuesto para Cultura, permitiendo que se destruya gran parte de nuestro patrimonio arqueológico, producto del trabajo e inventiva de los antiguos peruanos.
12. Haber promovido la ley N° 29903, Ley de Reforma del Sistema Privado de Pensiones, que somete a cerca de 6 millones de trabajadores a la entrega del 10% de sus ingresos más el pago de una excesiva comisión (30%) a cambio de un futuro incierto.
13. Permitir que el dinero de 6 millones de peruanos, entregados a las AFPs, sea invertido en el exterior, a tasas ínfimas, dando por lo general, como resultado final, pérdidas, como lo estamos constatando en las últimas semanas y haberlo comprobado en los últimos 20 años, desde la creación del Sistema Privado de Pensiones.
14. Permitir que las AFPs inviertan el dinero de los peruanos en empresas vinculadas a ellas mismas, obteniendo los afiliados réditos ridículos, pese a que, ese mismo dinero, nos es devuelto mediante préstamos, a tasas exorbitantes y usureras.
15. Someter a millones de peruanos a un sueldo mínimo, que no se actualiza de acuerdo a la inflación y al aumento del costo de vida.