El Gobierno ha señalado que la ley 30288 se ha promulgado con el propósito de incluir a más de 250 mil jóvenes en el mercado laboral. Dice el Ministro de Economía y finanzas que estos jóvenes no tienen nada, que están en la completa informalidad y desamparo por lo que, la ley, busca precisamente proteger a estos jóvenes e incentivar a los empresarios a contratarlos.  

Veamos si esto realmente es así.

1. Si se hubiese querido incluir a los jóvenes en el mercado laboral, hubiese bastado la vigente ley de las MYPES, pero existe una diferencia entre la ley laboral juvenil y esa ley; en la ley de las MYPES no está contemplado el aporte al Sistema de Pensiones y en la ley laboral juvenil sí. Aquí tenemos la clave que nos explica la razón de todo este predicamento del ejecutivo: esta ley está dirigida ex profesamente para que 250 mil jóvenes entreguen su dinero al sistema pensionario.

Veamos las cifras: consideremos un sueldo promedio de 1000 soles mensuales, de los cuales el 13% es aproximadamente, el aporte al Sistema de Pensiones, por lo que cada joven va a aportar S/.130 soles al sistema previsional. Multiplicando estos 130 soles por 250 mil jóvenes por 12 meses, resultan 390 millones anuales, por 5 años dan un total de 1,950 millones de soles. Esto es lo que se llevaría el sistema previsional de pensiones sin dar nada a cambio, porque teóricamente después de 40 años los jóvenes, ya viejos, recibirían una pensión, pero, como sabemos, si no aportaran durante esos 40 años o lo hicieran esporádicamente, su escaso fondo será absorbido por el cobro de la comisión por saldo, quedando en cero. En conclusión, el esfuerzo laboral de 250 mil jóvenes peruanos irá a manos del sistema pensionario, en su mayor parte privado y extranjero.

2. Siguiendo con el ejemplo, no se les pagará a los jóvenes 2 gratificaciones, ni CTS y solo medio mes de vacaciones, lo que significan 3,500 soles anuales, que al multiplicar por 250 mil jóvenes, da 875 millones al año y 4,375 millones de soles en los cinco años de duración de la ley. Esta inmensa cifra será entregada, por los jóvenes, al gran capital, no a la micro o pequeña empresa.

3. Prosiguiendo con el mismo razonamiento, el Estado pagaría el 9% del seguro social, es decir, 90 soles mensuales por cada trabajador, si lo multiplicamos por 250 mil mensual y después por 12 meses, da un total de 270 millones por año, por 5 años serían 1,350 millones de soles que el Estado, es decir, todos nosotros, les ahorraríamos a la gran empresa, en su mayoría de capitales foráneos.

4. Por último, esta ley otorga el 2% de la planilla a los empresarios para capacitación. El monto total sería 5 millones mensuales, por 12 meses son 60 millones, por 5 años son 300 millones de soles, que ahorraríamos a las grandes empresas.

Las cifras son importantes y favorecen ampliamente a los grandes empresarios, dado que se les dará cerca de 8 mil millones de soles. Por eso la resistencia cerrada del ejecutivo a derogar esta ley. Resistencia que está en consonancia con la política neoliberal de este gobierno, que está entregado a la oligarquía criolla y apátrida. Los jóvenes se han dado cuenta de todo esto, por eso la indignación. Ellos han comprobado que este Gobierno, neoliberal y entreguista pretende aprovecharse de la falta de empleo para reducirlos a la explotación implacable de la megaempresa. Mientras tanto, el pobre Ministro de Economía y Finanzas, trata de explicar lo inexplicable, al decirnos que la ley es beneficiosa para la juventud cuando a todas luces se sabe que la ley los perjudica en su totalidad.

Como hemos dicho, la única manera de favorecer a los jóvenes es generando empleo, para ello necesitamos desarrollar ampliamente la industria y el comercio; la industria turística y de servicios y toda iniciativa que genere empresa y los que mayoritariamente pueden hacerlo y lo hacen son los micro, pequeños y medianos empresarios, los que viven día a día de su esfuerzo y de su inteligencia; pero todo el sector está sometido a un régimen económico brutal, con altos impuestos, con elevadas tasas de interés y últimamente al vertiginoso aumento del costo de vida, debido a la depreciación de nuestra moneda gracias al BCR, que prefiere mantener inactivas nuestras reservas e invertir los ahorros previsionales en el exterior.

Otra forma de generar empleo, es mediante la inversión pública, pero este y los últimos gobiernos no la han querido hacer, al estar subyugados a los dictados de organismos foráneos que velan por sus propios intereses transnacionales antes que por los nuestros.

Estamos seguros que esta ley va a ser derogada, el Gobierno tiene que dar marcha atrás, porque el movimiento juvenil ha sido muy fuerte en todo el país y no se va a detener hasta ver que esta injusta ley sea anulada.

Por parte nuestra, también lucharemos desde el Congreso, para que el Pleno recapacite y anule esta ley.